Crisis Educativa Venezolana
¿Se Puede Educar Hoy en Venezuela?
Rolando J. Núñez
H.
“Una reflexión sobre los fines
de la educación
es
una reflexión sobre el destino del hombre”
(Fernando
Savater).
En los últimos años no se han construido escuelas en
Venezuela o se han construido muy pocas. Esta situación de éxodo, crisis
económica y pérdida del sentido del estudio ha generado un bajón en la
matrícula escolar, especialmente en los primeros grados. El “gobierno”
chavomadurista hizo una “consulta educativa nacional” y no puede uno dejar de preguntarse: ¿hizo
algo con esos resultados? Uno de los graves problemas que enfrenta la educación
venezolana, en las últimas dos décadas, es que carece de diagnósticos oficiales
serios.
¿Quién puede educar hoy en Venezuela? El Estado,
secuestrado por el chavomadurismo, no puede porque desde allí lo que priva es
lo ideológico, el afán ideologizador como garantía para mantenerse en el poder
a como dé lugar. Instituciones como "Fe y Alegría", pionera y modelo en educación
popular, hacen maromas para medianamente atender a su población estudiantil
pues cuenta con escasos recursos ya que recibe un bajísimo financiamiento del
Estado y exangües donaciones del sector privado.
¿Qué queda entonces? Desde hace ya varios años un sector de la población ha buscado refugio en las llamadas escuelas privadas, llamadas "de pago" en algunos países, que, hay que señalar, nunca llegaron a un 15% de la educación global venezolana. ¿Resuelven estas instituciones el problema? Hay que decir que muchas de estas escuelas y liceos, de carácter privada, siempre han sido animadas por el afán de lucro, aunque en la fachada se diga lo contrario. Han sido vistas como un puro negocio que no tiene muy en cuenta la calidad de la educación y la transparencia de los procesos de aprendizaje. Evidentemente no se trata de meterlas a todas en el mismo saco pues hay iniciativas de carácter privado que se han caracterizado por ofrecer una excelente formación académica y humana. Si a esa prioridad crematística sumamos ahora la sobrepoblación generada por la inexistencia de una educación pública que garantice unos mínimos de calidad, tenemos que las instituciones de carácter privado que puedan garantizar “algo” de calidad educativa son bastante escasas. Con aulas sobrepobladas es muy poco lo que se puede enseñar y menos aun lo que se pueda educar; si además tenemos representantes que desde la soberbia de su posición económica no hacen sino justificar a ultranza a sus representados, muy difícil la tenemos los que queremos seguir enseñando en Venezuela. Hay que decir, hablando de educación privada, que la gran mayoría de estudiantes y padres colaboran y hacen las cosas bien, el problema es ese pequeño grupo que nunca falta en una sociedad (a nivel micro o a nivel macro), en las instituciones, que es el que infringe normas, irrespeta acuerdos y pretende saltarse leyes.
¿Qué queda entonces? Desde hace ya varios años un sector de la población ha buscado refugio en las llamadas escuelas privadas, llamadas "de pago" en algunos países, que, hay que señalar, nunca llegaron a un 15% de la educación global venezolana. ¿Resuelven estas instituciones el problema? Hay que decir que muchas de estas escuelas y liceos, de carácter privada, siempre han sido animadas por el afán de lucro, aunque en la fachada se diga lo contrario. Han sido vistas como un puro negocio que no tiene muy en cuenta la calidad de la educación y la transparencia de los procesos de aprendizaje. Evidentemente no se trata de meterlas a todas en el mismo saco pues hay iniciativas de carácter privado que se han caracterizado por ofrecer una excelente formación académica y humana. Si a esa prioridad crematística sumamos ahora la sobrepoblación generada por la inexistencia de una educación pública que garantice unos mínimos de calidad, tenemos que las instituciones de carácter privado que puedan garantizar “algo” de calidad educativa son bastante escasas. Con aulas sobrepobladas es muy poco lo que se puede enseñar y menos aun lo que se pueda educar; si además tenemos representantes que desde la soberbia de su posición económica no hacen sino justificar a ultranza a sus representados, muy difícil la tenemos los que queremos seguir enseñando en Venezuela. Hay que decir, hablando de educación privada, que la gran mayoría de estudiantes y padres colaboran y hacen las cosas bien, el problema es ese pequeño grupo que nunca falta en una sociedad (a nivel micro o a nivel macro), en las instituciones, que es el que infringe normas, irrespeta acuerdos y pretende saltarse leyes.
A todo lo anterior habría que agregarle esa espada de Damocles que pende sobre la cabeza de los docentes venezolanos llamada LOPNA: Ley Orgánica de Protección del Niño y el Adolescente. Es esta una ley extremadamente proteccionista que enfatiza muchísimo los derechos pero poquísimo es lo que regula acerca de deberes; así, ante los infaltables episodios de indisciplina el maestro venezolano está de manos atadas pues está constantemente bajo la mirada inquisidora del ministerio de educación venezolano que funge de defensor a ultranza del estudiante y de verdugo implacable del docente.
Así, la indeseable y dolorosa conclusión, y respuesta, a
la pregunta planteada en el título es que en Venezuela, como sociedad, como
país, no se está educando, no hay condiciones de posibilidad reales para ello;
si alguien está cumpliendo ese cometido serán excepciones muy aisladas, muy
atípicas, pues sin maestros o con docentes mal pagados, descontentos, mal
formados o sin tiempo ni disponibilidad para formarse y reciclarse, con hambre,
enfermos, es difícil enseñar, educar futuros profesionales y buenos ciudadanos.
Triste realidad educativa que vivimos.
ResponderBorrarAún y cuando algunos hagamos el esfuerzo de dar lo mejor desde una pedagogía dialogante, este granito de arena pareciera no estar haciendo montaña. Usted explica muy bien el porqué.
El asunto educativo, requiere urgentemente una revisión y un debate sincero y honesto. Las condiciones no son las idoneas para hacerlo, pero realmente, desde los pequeños espacios que son nuestras aulas ir propiciando el pensamieto crítico en nuestros estudiantes que lo que ocurre actualmente en nuestro país en educacion, no es normal y que tiene que cambiar por el bien de todos. Excelente articulo
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