Hermano Eliseo: Alegría de Enseñar
Hno.
Eliseo Jiménez: Un Maestro por Esencia
Rolando J. Núñez
H.
Cuando conocí al Hermano tenía él unos 65 años y había
pasado muchos años enseñando, como director o administrador, en diversos
colegios maristas de Venezuela, a donde había llegado, proveniente de su natal
España, en la década de los cincuenta, del siglo XX; aunque a los 65 años la
gente, por lo general, está pensando en jubilarse, el Hno. Eliseo ni hablaba ni
pensaba en eso, estuvo dentro de las aulas de clases hasta poco años antes de
su fallecimiento.
Aparte de sus pulcras y bien preparadas clases el Hermano
se dedicaba a la catequesis y a un Hobby por demás interesante que consistía en
compilar y seleccionar textos, dichos, símiles, leyendas, parábolas, anécdotas
y demás para luego publicarlas en textos artesanales elaborados por él mismo
utilizando técnicas de encuadernación muy bien cuidadas; así, publicó varios
tomos de una colección que tituló Rayos
de Luz. Esta sencilla publicación luego la regalaba a los amigos, alumnos y
docentes que encontraban en aquellos volúmenes motivos para aprender,
reflexionar y compartir. Para mantener a raya la diabetes, caminaba todos los
días por la Av. Las Delicias de Maracay. Siempre activo, siempre dinámico,
siempre de espíritu joven.
En varias ocasiones le manifesté al hermano mi deseo de
hacerle una entrevista para que él, desde su experiencia como educador durante
décadas en nuestro país, me hablara de la historia de la educación en
Venezuela; siempre se negó porque quizá creyó que lo que yo quería era hurgar
en su historia personal y eso a los religiosos, por lo general, no les apetece
nada y esto porque sienten que hablar de sí mismos es faltar a la humildad
evangélica, a la modestia, a ese renunciar a sí mismos, a “combatir el ego”.
Me parece que la gran enseñanza que nos deja una vida
dedicada por entero a la enseñanza, y que tiene además la fe como fin último,
es que una biografía que consigue el sentido de su ser, su esencia, y lo vive a
plenitud, es una vida que se realiza a cabalidad y que cuando llega ese momento
de entregar cuentas no tiene problemas en darlas pues ha vivido según una
vocación y según un proyecto de vida, que era lo que decía Martin Heidegger que
define nuestra existencia, nuestra “Ser – Ahí, nuestro Da – Sein.
El Hermano había nacido en Lazagurría (España) el 17 de
junio de 1940 y murió en 11 de septiembre de 2019, en el colegio Champagnat de
Caracas, donde también trabajó, a los 84
años, de los cuales dedicó más de 60 a la enseñanza de niños y jóvenes. El Hno.
Eliseo es otro de esos “maestros que dejan huella”.
Es muy conmovedora esta historia y que bien usted la publica para conocer de ella! Los maestros que dejan huellas definitivamente, son aquellos actúan desde el amor. Gracias por compartir este hermoso relato :)
ResponderBorrarLa historia de un país, la silente, la escriben personas como este maestro. Gracias por leer, Mariela!
Borrar