Protagonistas de 100 años de Historia Salesiana en Venezuela
Los
Salesianos en Venezuela: Protagonistas en el Anonimato
Rolando J. Núñez
H.
“La
tarea del educador es un largo paseo que acaba solo con la muerte”
(Julián
Rodríguez, p. 240).
En
los tiempos que corren, hablar de vocación, proyecto de vida y compromisos no
“da nota”, no es muy popular. Diera la impresión de que todo el mundo (ricos y
pobres) vive al día y pensar en el mañana es un lujo demasiado caro, o
demasiado absurdo. Sin embargo, si nos sumergimos tan solo un poco en las
aguas, a veces turbulentas, a veces cristalinas, de nuestro día a día, y de los
que nos rodean, podemos llevarnos sorpresas, podemos descubrir, hoy, y ayer,
personas que dan la vida por un proyecto, por un ideal, por un propósito y por
otra gente. El libro de entrevistas Protagonistas
de 100 años de historia salesiana en Venezuela (1995) da buena cuenta de
historias de vida que han apostado por quemar su vida en pos de un sueño, de un
estilo y modo de vida que implica renuncias pero que trae consigo también
alegrías, satisfacciones y sentidos para la propia vida y para la de otros. A
través de 350 cincuenta páginas, Julián Rodríguez Villares, y algunos
colaboradores, nos pasea por la peripecia vital, existencial de 25 hombres, seres
de carne y hueso con virtudes y defectos, que un día decidieron dejar casa,
familia, pueblo y, muchos de ellos, patria, para convertirse en misioneros en
lugares remotos, religiosos, clérigos, educadores y guías de muchos que de otra
manera no hubieran contado con una mano cercana para tomar en momentos de
duros, de dificultad, de toma de decisiones.
El
libro, a través de entrevistas cálidas, agiles e inteligentes, se acerca a las
biografías de gente que vino de lejos pero también de otros que nacieron en
Venezuela y que dedicaron, dedican, su vida a la enseñanza, a la educación,
como miembros de la congregación salesiana, volcados hacia los más pobres, los
más necesitados.
Esta
obra nos permite, como lectores, entrar en historias individuales y partir de
allí en la historia del país, en rasgos, matices, rendijas de lo que ha sido el
fluir de nuestra vida sociopolítica, religiosa y educativa; todo eso está allí
sin que nadie, ni entrevistador ni entrevistados, pretendan hacer sociología,
política o historia de la educación venezolana; pero para quien desea
comprender el país, en lo macro y en lo micro, aquí se develan testimonios de
vida que dan cuenta de la historia de Europa y de Venezuela desde principios
del siglo XX hasta sus postrimerías.
Este
texto trae retazos de la vida de españoles, italianos, polacos, alemanes y
hasta checoslovacos que vinieron a nuestros país inspirados por un ideal
misionero iniciado por Don Bosco en el siglo XIX; pero también habla de
venezolanos que, desde la década de los veinte, del siglo pasado, abrazaron un
estilo de vida (el ser curas y encima “religiosos salesianos”) muy poco
comprendido, la gran mayoría de las veces injustamente calificado, pero que, al
final, ha formado a generaciones y generaciones de venezolanos, a lo largo ya
de bastante más de un siglo, en parroquias, colegios, centros juveniles, casas
de formación, talleres de artes y oficios e incluso a nivel universitario. Lo
que se pone por escrito en estas páginas es el cuadro humano de gente que
sintió el “llamado de Dios” a servir, a dar lo que tenían (su vida) para
educar, evangelizar y promocionar a los más necesitados, a los que tienen menos
oportunidades pero que además quieren salir adelante, quieren ser más humanos
de lo que ya son, desde el punto de vista espiritual, social, intelectual y
trascendental.
Es
un libro que se lee con placer, son historias que a veces se muestran, en
principio, tímidas, reacias, hoscas pero que en algún momento se abren, se
explayan; se donan para que podamos, como lectores, ser un poco partícipes de
las aventuras y vicisitudes de personas que desde muy jóvenes abandonan el
nido, la seguridad de su ethos, de su guarida, de su mundo conocido y seguro
para aventurarse en tierras y culturas en las que tienen que “iniciarse”, bautizarse
para luego quedarse ellas, para luego, después de 10, 20 o 50 años, no querer,
no poder salir nunca más de ellas. Estos hombres, estos protagonistas que no
desean serlo porque son muy poco dados a hablar de sí mismos, se inculturan, se
encarnan de tal modo en Venezuela que expresan un modo muy venezolano, muy
nuestro de ser curas, de ser misioneros y de ser religiosos, aun cuando en
apariencia toda la vida sigan pareciendo “muy extranjeros”.
Aquí
conseguimos las historias de personajes que realizan su vida, su vocación y su
fe en diversas y hasta sorprendentes actividades; todos ellos como religiosos
(es decir, como consagrados, por votos, a vivir dentro de una congregación
religiosa), la gran mayoría como maestros, ese es su carisma pero luego a muchos
le corresponde ser obispos (e incluso cardenales), desempeñar cargos de
responsabilidad, administrar obras como colegios, editoriales o parroquias;
otros se dedican a lo estrictamente pastoral o a ser misioneros, a lo largo de
toda su vida, en medio del Amazonas venezolano; otros pasan su vida en barrios,
en zonas populares y muy deprimidas socioeconómicamente; eso sí, todos dan
testimonio de una entrega sin reservas.
Este
libro, en fin, muestra una cara muy poco conocida de la Iglesia, de la familia
salesiana, esa cara en la que nadie repara porque no es mediática, no es
escandalosa; nos habla de esa faceta de la que poco se habla pero que es la que
vive, palpita y construye día a día; en una historia muy concreta porque se
detiene en historias, en biografías concretas; va, con mucha arte y bastante de
ciencia, de técnica, a lo íntimo, a lo personal y desde allí nos revela un
panorama social, cultural y humano luminoso, amplio, pleno de anécdotas
reconfortantes, de misceláneos que trascienden, que marcan, que dejan huella,
que inspiran y emocionan. No todo en esas historias es color rosa, hay momentos
y vivencias duras, no todo es coser y cantar, como todo tienen sus luces y
sombras y el entrevistador se encarga de hilar fino, de conducir con mucha
inteligencia preguntas y respuestas para entrar en esa trama existencial,
compleja pero al final, como lector se sale de este libro con mucho regocijo,
con una sensación de haber transitado por la vidas, o por facetas, de gente
que, con sus altos y sus bajos, ha optado por vivir auténticamente, que optó
por un proyecto, por un ideal, no por una ideología porque la ideología mata la
vida mientras que el ideal, cuando es bien conducido, promociona la vida, a las
personas, a eso que etéreamente llamamos humanidad. Un libro que vale la pena
leer.
Es una hermosa reseña! Y si, muchas personas han puesto su vida en pro de la educación, alimentación y salud de los mas desfavorecidos. Esas son las historias que debemos rescatar y tomar como ejemplo a seguir porque nos aportan esperanza y nos motivan a ser mejores personas : )
ResponderBorrarHay muchas, muchas historias anónimas que construyen educación, sociedad, país. Los buenos somos más aunque eso no sea noticia. Gracias por leer, Mariela! Saludos!
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