Reseña: La Mujer que Fui. Porque Todos Hemos Cambiado

La Mujer que fue, la Mujer que es…


Rolando J. Núñez H.


“La vida solo puede ser comprendida
mirando para atrás;
mas solo puede ser vivida
mirando hacia adelante”
(Sören Kierkegaard)


           
Las relaciones entre hombre y mujer siempre han sido tema sensible, territorio minado aunque permanentemente estemos buscando y necesitando a esa otra mitad que perdimos cuando los dioses griegos decidieron separar al Andrógino. Olga Robles nos regala un texto que, en mi condición de lector, interpreto como una bitácora, fruto de su itinerario vital, y como una brújula, que pone a disposición de hombres y mujeres, aunque en más de una ocasión me haya sentido, en mi condición de lector – varón, como invitado mandado a sentar en la segunda o tercera fila, porque la primera estaba reservada para las cofrades, para las féminas que parecieran pertenecer a una “hermandad de las mujeres” (p. 21), que no es que le declare la guerra a los hombres pero sí nos pone bien claras las “condiciones de paz”, los “términos del armisticio”. No obstante, he de decir, que la lectura de La Mujer Que Fui (2015) ha sido una experiencia muy sensual, por cuanto ha tocado todos mis sentidos, los externos (los cinco harto conocidos) y los internos (menos manoseados), según la clasificación clásica aristotélica. Sí, este libro es uno de esos mecanos intelectuales que te hacen sentir placer, gozo; que te hacen detenerte, meditar; que son como disparadores para que vengan ideas a la cabeza sobre las cuales luego tienes que volver; un texto que te hace reír porque consigues, en esa vivencia vertida en ideas, momentos placidos, hilarantes, llenos de frescura, de frases y expresiones frescas que te llenan de emoción.

            No he querido leer el libro de Olga Robles de un tirón, cosa que se pudiera hacer porque no es un libro – ladrillo; he elegido más bien el camino de leer un capítulo cada día, paladear esas líneas como se degusta un buen vino o una humeante taza de café; lo he recorrido como se recorre el cuerpo de una hermosa mujer que te ofrece su carne y su sensualidad y que te dice, sin decirlo, que si te apresuras, que si te arrebatas, si te saltas los preliminares, no vas a vivir el momento presente con la solemnidad del caso; de modo que me fui despacio y el resultado fue exquisito: leyendo a Olga reí, medite, aprendí, estuve de acuerdo y estuve en desacuerdo y sobre todo pensé, que es el lujo que nos podemos dar al leer un libro como este, que trata de la vida de una persona que se atreve a compartirla, a repensarla, a mirar atrás y mirar bonito hacia adelante.
            Como todo libro que te atrapa este terminó muy apostillado, llenos de notas marginales; preguntas y comentarios que me iban surgiendo mientras leía; líneas y párrafos resaltados porque las ideas o experiencias ahí plasmadas me parecían de especial relevancia; leyendo a Olga caigo en la cuenta de que rayando los libros, al discurrir con ellos, es como los acaricio, como expreso mi reconocimiento a su buena prosa.  Es claro que un libro que genera este tipo de lectura inquieta y expectante necesariamente debe contener unas estupendas parrafadas.
            Así, conseguí un lenguaje ágil, grato; ligero, juguetón, ameno y no por ello superficial o baladí. Me topé con un libro poético – reflexivo, muy bien escrito, además. En este recorrido he aprendido un poquito de cómo sienten y piensan las damas y me he reconocido en algunas “metidas de pata” del pasado. Hoy día se habla mucho de la “Inteligencia Emocional”, que no es simplemente darle puerta libre al animal que llevamos dentro sino más bien educar, formar, moldear esas emociones que todos sentimos y equilibrarlas con la también necesaria “Diosa Razón”; pues bien, creo que el libro de Robles es un gran apoyo en ese sentido, en el educar las emociones y canalizarlas para esa tan ansiada meta que es la felicidad, fin último de todo ser humano, según maestros de la talla de Sócrates y Aristóteles.
            Seguramente muchas facetas de la vida de la autora quedan fuera de este libro pero seguro es también que estas memorias, con pocas cortapisas, muestran una gota de un inmenso océano de vivencias, de riqueza espiritual, de aprendizajes compartidos y de sueños propios y ajenos. La vida es un combo bastante completo y Olga Robles se pasea por él de manera ágil y al propio tiempo profunda.    


            En fin, este libro que vino a mi encuentro no solo abrió sus puertas a este desocupado lector, no solo se dejó leer sino que también se dejó re – leer, e incluso se dejó re – escribir y me dio ganas (habría que ver si luego tengo la fuerza de voluntad para hacerlo) de escribir un texto en el cual los hombres no solo seamos “convidados de piedra”, los “señores de hielo” que nunca aman, sino esos seres de carne y hueso que ciertamente decepcionan y defraudan, en muchos casos, pero que también, en otros muchos, se consiguen en su andar con mujeres que tampoco aman, que solo quieren pasar un rato, unas semanas o unos meses y que hasta te pueden llegar a decir: es que tú actúas y sientes como un “damo”, o eso que ocurrió entre ambos “ya pasó”, así que pasa la página, o mejor, cambia el libro. Realmente esta obra de Olga inspira, deleita, apasiona…

FICHA TÉCNICA: Robles, Olga (2015). La Mujer que Fui. Porque Todos Hemos Cambiado. Maracay. Editorial: Edición Propia con el apoyo del Programa de Asistencia y Financiamiento Académico del Instituto de Previsión Social del Personal Docente y de Investigación de la Universidad de Carabobo - IPAPEDI

Comentarios

  1. Un buen libro siempre será una excelente fuente de inspiración! Excelente reseña : )

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  2. Exquisita reseña. Sin duda una invitación muy seductora para leer el libro. Lo es más por el hecho de desmontar mitos, de repensar las relaciones entre hombres y mujeres, de ir más allá de las generalidades. Quedo con ganas de leer esa obra, porque es poco común que usted reseñe así, pues, es lector formado y exigente. Gracias por el texto, y estaré atenta a esa obra que pensó escribir... Hágalo!

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    1. Contento de que el texto y la reseña sea de tu agrado, Anaid. Un buen libro nos abre mundos, nos da motivos. Saludos!

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  3. Me abriste el apetito lector...gracias ...un gran abrazo!

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  4. Siempre he sido selectiva con con la lectura, sobre todo con aquellos títulos que me insinúan destellos de inducción para aprender a vivir...sin embargo me he propuesto ubicar el mencionado y disfrutar de él; ya que su reseña me ha dejado un buen sabor de boca...

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    1. Estupendo, Nurelis! Es que el libro deja muy buen sabor. Gracias por leer. Saludos!

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