Reseña: La Palabra Ignorada de Inés Quintero
La Palabra que
se Ignora…, La Palabra que se Rebela
Rolando J. Núñez H.
rolandonunez70@hotmail.com
“La mujer educa, socializa,
mantiene”
(Sonia Pérez Rodríguez en entrevista con Miyó Vestrini).
Como toda
investigación histórica que se precie de tal, el trabajo de Quintero surge de
la pesquisa, estudio e interpretación de documentos históricos que reposan en
obras ya publicadas, archivos y documentos que se pueden hallar en instituciones
y colecciones privadas o públicas. A partir del arqueo y análisis de esos documentos
se nos expone, a lo largo de cuatro capítulos, la historia y vicisitudes de
cinco esclavas, una humilde ama de casa y dos figuras ligadas a personajes
relevantes de la historia de Venezuela que, en mayor o menor medida, se vieron
en la circunstancia de alegar en favor de sus propios derechos o los de sus
hijos e hijas.
Así, en primer lugar encontramos las historias de
Gracia, María Ignacia, María de la Soledad, Anna María y María Lorenza, mujeres
que siendo esclavas buscan justicia y libertad entre las “rendijas” (como bien
escribe la autora) que deja el injusto régimen colonial: ¿Tenía una madre que
pedir que pusiesen precio a su hija para poder comprar su libertad? ¿Debía una
mujer probar que era esclava y concubina al mismo tiempo en pos de su libertad
y la de sus hijos? ¿Es moralmente aceptable que una persona ofrezca parir ocho
hijos a su dueño a cambio de su libertad? ¿Cuánta humanidad hay en alguien que
echa a la calle a un anciano que le ha servido como esclavo toda su vida porque
ya no le es útil?
En un
segundo momento nos conseguimos con una esposa y madre que es salvajemente maltratada
por su marido y luego llevada, una y otra vez, por el sistema, a tener que
tomar atajos, huir, torcer caminos para poder vivir una existencia
precariamente “normal”. Nos pone la situación allí estudiada a cavilar sobre la
bondad de uniones matrimoniales perennes y fidelidades absolutas; acerca de
leyes y costumbres draconianas que terminan aplicándose casi siempre a la parte
más débil de la cadena social.
En el
tercer capítulo nos toparemos con el drama de una mujer – madre – esposa que
desde su rol de pareja de un prócer de la independencia venezolana, tiene que
vivir como consorte en la soledad que le viene de convivir menos de diez años
con su marido y luego pasar treinta años como espectadora de las glorias y
concubinato de ese que, una vez caído en desgracia, recibirá de nuevo el apoyo
incondicional de la mujer que echó a un lado para irse a continuar la guerra y
pasar a ser un prohombre de la historia “patria”. Una vez más el hogar, la
casa, la familia, descansa sobre los hombros de la madre sola.
Finalmente,
hallamos una historia que bien pudiera parecernos fuera de lugar en esta obra
pues gira en torno a una Primera Dama de las últimas décadas del siglo XIX
venezolano que, en principio, no pareciera haber vivido más que en la dicha y
felicidad; sin embargo, también aquí podemos conseguirnos con sorpresas y
descubrir que la condición, estatus y rol que se le asignó a la mujer durante
siglos le privó, en muchísimas ocasiones, de oportunidades y posibilidades que
solo se le otorgaron al sexo masculino. Así, desde aquella Grecia clásica que
recluía, de por vida, a la mujer en ese espacio de la casa llamado “gineceo”, y
que la conminaba única y exclusivamente a parir, hasta nuestros días, muchas
historias, como las que recoge Inés Quintero, han tenido que ocurrir para que,
a la fecha, la mujer haya logrado un poco de visibilidad, de protagonismo;
aunque aún hoy, hayan cosas y tareas que hacer para hacer justicia a quienes
por mucho tiempo han sido obligadas a permanecer en las sombras. En Venezuela,
particularmente, es difícil no conseguir testimonios de hijos de madres solas
que, pese a todo, fueron criados y bien educados por estas heroínas del
anonimato.
Me agradó mucho su artículo. La palabra ignorada es un suceso que sigue existiendo en nuestra sociedad, porque es la palabra ignorada, el rol ignorado, el trabajo ignorado y el amor que plasma una buena mujer sobre su hogar, que por supuesto muchas veces es ignorado. Somos una sociedad donde todo gira en torno a la madre y hay que reivindicar su valor y lugar :)
ResponderBorrarObras como esta, y reseñas como la escrita acá, son importantes para el conocimiento sobre la condición de la mujer en la historia. Hay que apostar por la divulgación de materiales así, por investigaciones de este tipo, y por espacios educativos que propicien la reivindicación de la mujer en la sociedad, en la ciencia, en la filosofía, en el arte... En la vida misma! Gracias Dr. Rolando N.
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