Rostros del Mal
En torno al Problema del Mal Rolando J. Núñez H. rolandonunez70@hotmail.com “Solo se perdona a quien reconoce el mal que ha hecho y se arrepiente” (Hannah Arendt) ¿Estamos preparados para lidiar con el “Mal”? ¿A qué llamamos “Mal”? ¿Cómo se manifiesta? Si oímos a alguien decir que hay algo “malo” en este o en aquel, por lo general el asunto va asociado a la creencia en fuerzas sobrenaturales o demoníacas. Comúnmente oímos decir que a fulano le echaron un “mal” o a mengano lo posee un espíritu del mal. Es decir, el imaginario popular suele asociar este concepto con un ser que tiene cuernos, huele a azufre y quiere robarnos el alma; muy vinculado todo a las creencias comunes en muertos, aparecidos y espíritus del más allá. Pocas veces, por no decir nunca, relacionamos la noción del mal con las personas y menos aun con las que solemos tratar cotidianamente. Decir que tal o cual individuo es malo no suele estar en el vocabulario comúnmente utilizado. ¿A