12 de Octubre de 1492: ¿Encuentro o Encontronazo?

12 de Octubre: ¿Día de la Raza o Resistencia Indígena?

Rolando J. Núñez H.

“Lo obvio es lo que no vemos nunca” (Arturo Uslar Pietri/1992)

           
En la década de los ochenta, del siglo pasado, nos enseñaban en la escuela que el 12 de octubre se celebraba el “Día de la Raza”. Eran típicos, en tareas y carteleras escolares, los dibujos e imágenes de las tres carabelas de Colón arribando a una playa tropical y un grupo de indígenas en guayuco, “recibiéndoles”. Obviamente era una forma ingenua, infantil, de ver aquel acontecimiento histórico que no pasaba por un necesario proceso de maduración a lo largo de los años que los estudiantes transitaban por el sistema escolar; salíamos del bachillerato y la efemérides se mantenía impertérrita cada 12 de octubre; no logro recordar a ningún profesor de primaria o bachillerato que nos invitara a reflexionar sobre aquel hecho histórico o cuasi mitológico; a lo sumo, alguno improvisaba un discurso, bien panegírico, bien contestatario. La enseñanza de la historia no estaba en los diseños curriculares, y en los pénsums de estudios, para dialogar y formar conciencia crítica, para “informarse y formarse” estaba, básicamente, para “aprenderse” algunas fechas y rememorar acríticamente pasajes de la historia nacional o universal.  
En los primeros años de los 90´, en nuestra época universitaria, se dio un debate, especialmente entre académicos, con motivo de los 500 años de la llegada de Colón a tierras americanas, que marcó un cierto punto de inflexión con respecto a esa visión cuasi religiosa que teníamos en la escuela. Bajo el influjo de las ideas venidas del pensamiento de izquierda, que por la época estaba en un proceso de reinvención, y de los rezagos de las así llamadas Filosofía y Teología de la Liberación, se dio un debate en las universidades que planteaba preguntas tales como: ¿Descubrimiento o encuentro? ¿Encuentro o encontronazo? ¿Conquista o resistencia? ¿Genocidio o encuentro de culturas? ¿Intercambio cultural o saqueo de las riquezas?  A este respecto es pertinente revisitar el ensayo de Arturo Uslar Pietri titulado: Existe la América Latina? Una reflexión en dos tiempos (1992).  Fue este un debate que cuando menos nos sacó, no sé si a la mayoría, de un letargo que veía la historia como un “altar de próceres”, fechas y batallas que aburría hasta lo indecible a escolares y adultos.

El problema es que ese debate, según lo que pudimos ver y vivir en los años posteriores, no fue motivo de una reelaboración seria y consistente, ni de la forma de abordar la enseñanza de la historia en la escuela ni de la conciencia ciudadana necesaria para decidir cívica y/o políticamente acerca de asuntos que nos atañen y afectan a todos. De la percepción colectiva de un Colón heroico y semi divino pasamos, con el advenimiento, en los albores del siglo XXI, del “socialismo chavista” a una visión satanizada e ideologizada de los españoles, la colonización y todo un proceso histórico que se inició en 1492 y sigue su despliegue en nuestros días. Es decir, pasamos de una telaraña ideológica a otra, si por “ideología” entendemos, tal como ya sostenía el propio Marx, un conjunto de ideas que ocultan, maquillan y esconden la realidad. O sea, de una idea conservadora y anquilosada de la historia pasamos a otra panfletaria y dogmática; de los extremos de eso que en algún momento se llamó “derecha” a los extremos de esa otra quimera conocida como izquierda; una tan perniciosa como la otra, aunque por la experiencia venezolana de las primeras dos décadas del siglo XXI, pareciera que en capacidad de destrucción pocos le ganan a Chávez y a sus vastagos.
¿Cómo llamar entonces a ese acontecimiento histórico que regresa cada 12 de octubre pero que está latente en nuestro ser, pensar y padecer? ¿Día de la raza? Obviamente algo de eso tuvo, y tiene, porque del encuentro de esas tres culturas surgió una que viene a ser, a la fecha, total novedad, otredad. ¿Encuentro de dos mundos? Evidentemente que sí, un encuentro que no dejó indiferente a ninguno de esos dos mundos, pues los marcó, para bien y para mal, los modificó, los transformó. ¿Día de la Resistencia Indígena? Ciertamente que las culturas se resisten a morir y por eso pelean, pactan, se reinventan. Lo irónico es que, aquellos que nos impusieron como absoluto ese rótulo, sean de los que más han mancillado a nuestros indígenas en sus derechos, en su identidad y en la preservación de sus espacios naturales, la selva, la Amazonía venezolana, hoy depredada por el así denominado, por el régimen madurista, “arco minero”.


Lo cierto es que todo proceso histórico es un hontanar de vivencias, símbolos y significados que enriquecen a los pueblos, en su complejidad y en su riqueza humana y trascendente; son procesos que no pueden ser vistos desde la simplicidad y mucho menos desde la visión sesgada de un poder que pretenda someterlos a sus intereses y mezquindades. Fechas patrias, como el 12 de octubre, deberían servir para generar discusiones, debates y reflexiones productivas, ecuánimes y respetuosas, dentro de y fuera de las aulas de clases (desde la Educación Inicial hasta los Post Doctorados), que enriquecieran la construcción de una sociedad más justa, más inclusiva y más prospera. La formación de ciudadanía, tan necesaria, tan urgente.        

Comentarios

  1. Indudablemente el 12 de octubre es una fecha para la reflexión y que debe ser motivada desde las escuelas, liceos y universidades. No solo ver el hecho histórico desde el pasado, es también analizar todas las consecuencias que ello trajo sean buenas o malas. Gracias por recordarnos la importancia de estos hechos históricos en nuestros días.

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  2. Excelente artículo Rolando.

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