Cultura y Sociedad Venezolana: Tras Una Antropología Política del Venezolano

      Aproximaciones a la Antropología Política del Venezolano: El Venezolano Feo

Rolando J. Núñez H.
rolandonunez70@hotmail.com


     
Si, como hemos insistido en otras entradas de este blog, siguiendo a Andrés Ortiz – Oses, “cultura” es todo lo que hace, dice y piensa un pueblo en el contexto, habrá entonces que, refiriéndonos a la cultura venezolana, revisar a los autores que han hecho un esfuerzo por aproximarse a lo que es, y como es, el hombre venezolano promedio. En este sentido conseguiremos distintas aproximaciones que, desde lo socio – político, desde lo psicológico, desde lo antropológico – cultural, desde lo epistemológico, desde lo educativo, e incluso desde la transdisciplina que integra estas y otras áreas de las ciencias sociales contemporáneas, buscan acercarse a una silueta de los rasgos y tendencias que perfilan al venezolano.
     Así, encontramos, en primer lugar, el balance que hace la economista venezolana Adriana Pedroza en El Venezolano Feo (2008). Para esta autora el venezolano medio es flojo, impuntual, inmaduro y egocéntrico. Estas es, según Pedroza, la razón de que haya malos gobiernos y múltiples problemas sociales, pues: Los venezolanos han votado con las vísceras, no con la cabeza. Básicamente todos los candidatos que han llegado al poder han prometido lo mismo, pero unos son más mediáticos que otros. Los valores de esos candidatos no son importantes para los venezolanos, pero esperan que no sea un ladrón, por lo menos no tan ladrón, que deje alguito en las arcas del Estado, pero sobre todas las cosas, al venezolano lo que realmente le importa es que no le afecten su capacidad de compra, lo demás no es importante, los valores relevantes son los de las cosas, el ¿cuánto vale eso? Si el venezolano puede comprar está contento, aunque tenga de presidente a un borracho, a un psicópata o a un ladrón (pp. 94 y 95).

     Este juicio acerca del venezolano, en las primeras de cambio, puede ser apreciado como bastante pesimista y denigratorio del nacional, y ciertamente se presenta bastante descarnado; de hecho, la autora no oculta su intención de ser lapidaria en cuanto a la fenomenología que pretende hacer del venezolano. Sin embargo, no se puede negar que buena parte de los rasgos que la autora enfatiza están muy presentes en la cotidianidad de nuestros pueblos y ciudades. Esta primera aproximación, bastante descriptiva y que no pretende profundizar en análisis y comprensiones que vayan a fondo, bien nos puede presentar tendencias que ciertamente no se puede negar, si queremos ser realistas en lo que respecta a la venezolanidad de nuestros días. A ese paneo agrega la autora lo ella denomina una “patología nacional”, que no es otra que la “mala memoria del venezolano. Así, la escritora argumenta que “La gente olvida que los medios de comunicación en Venezuela han hecho y deshecho a los políticos” (p. 135), para que luego esto se vuelva en su contra y los mandatarios, puestos en el poder, sean los que, unos más autoritarios que otros, embistan a esos medios que los han convertido en figuras públicas hipertrofiadas. Dicho esto, la autora concluye que “La gente sigue olvidando quién es quién y quién hizo qué” (p. 138), lo que, obviamente resulta muy nocivo para cualquier sociedad que ande buscando la consolidación de los caminos democráticos. No obstante, Pedroza deja una rendija abierta, ya al final de su libro, al afirmar que en Venezuela también viven los “bonitos”, que son esos venezolanos que, en lugar de quejarse, exigir y ser malos ciudadanos, protestan ante la injusticia, se organizan, proponen y realizan un trabajo productivo, pese a las adversidades. ¿Es esto así? ¿Es el venezolano promedio tan nefasto como lo presenta esta autora? ¿Es el venezolano de a pie esencialmente "feo" y mal ciudadano? ¿Nos define el individualismo, consumismo y egoismo? En próximas entradas, seguiremos exponiendo el trabajo de otros autores e investigadores que hacen un esfuerzo por adentrarse en la antropología política del venezolano.

Comentarios

  1. Bastante lapidaria la autora Pedroza. Sin embargo, hasta qué punto tiene razón? Lo que veo hoy en esta Venezuela, mucho me hace pensar. Esperaré la continuación.

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    1. Sí, la idea es ir revisando estas perspectivas de diversos autores acerca del venezolano y las implicaciones que esto tiene en lo político, en lo social y en lo personal. Saludos, Anaid!

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