Meta Teoría y Educación. Habermas: El Diálogo Como Situación Ideal.


Habermas: El diálogo como situación ideal


Rolando J. Núñez H.
@Sisifodichoso


           
Manteniendo el planteamiento de fondo de la Escuela de Francfort, de la Teoría crítica, Jürgen Habermas (1929 - ) lo que propone es: transformar la realidad mediante la reflexión crítica; para esto se apoyará en la tradición idealista que tiene su correlato en la filosofía del lenguaje que, en el siglo XX, reina y define posiciones con respecto al tema epistemológico y científico. Formula así, este autor, a quien el Estado alemán le paga por “pensar”, y para ello pone a su disposición un castillo en medio del Rin, una “doctrina de la situación ideal del diálogo”, como punto neurálgico de su teoría.
            Para el sociólogo y filósofo alemán, toda ciencia supone una relación con el “interés”, ya que, según él, los intereses forman parte esencial del “conocimiento” y de la “razón”. Para él, se distinguen tres formas de interés y, en consecuencia, tres clases de ciencias: a) “ciencias empíricas”, o de la naturaleza, que siguen el interés técnico de la razón regulado por la objetividad; b) las “ciencias histórico – hermenéuticas”, que vienen a ser las “ciencias del espíritu” y se corresponden con el “interés” práctico que se regula por la intersubjetividad, y finalmente las “ciencias emancipativas”, que se vinculan a la reflexión crítica. De esto trata su “teoría crítica”.
            Al iniciar el  prefacio de su obra Conocimiento e interés Habermas señala, en la página 9: “Me propongo, desde una perspectiva histórica, reconstruir la prehistoria del positivismo moderno con el propósito sistemático de analizar las conexiones entre conocimiento e interés”. Y es que, según el autor, la crítica a la sociedad no consiste en un mero comprender, sino en liberarse de las diversas formas injustas de dominación y, en la labor psicoanalítica, el simple comprender es ya liberación. Nunca ha de separarse la racionalidad del interés; la prueba de ello está en el mismo lenguaje; este supone esencialmente comunicación y el diálogo constituye la forma ideal de comunicación. Y no hay posible situación de diálogo si los sujetos no se reconocen mutuamente la plena igualdad de seres libres y responsables. La igualdad humana, a que tiende toda la tradición del idealismo hegeliano y del materialismo histórico, aparece exigida como situación radical y originaria del diálogo: en el diálogo de los seres libres y autónomos surge la idea.

La situación real, sin embargo, el diálogo real en la sociedad, no manifiesta tal situación ideal; pero la comprensión de esta “situación ideal de diálogo” es el a priori del cual hay que partir y algo que “todavía no” existe, pero que se percibe como lo único que posibilita la “vida buena” y que los sujetos humanos plenamente libres sean capaces de comprensión: de intersubjetividad. A la ciencia de esta intersubjetividad llama Habermas “pragmática universal”.
            En su obra fundamental: Teoría de la Acción Comunicativa,  Habermas no hará sino desarrollar el tema del diálogo y de la comunicación como una manera de desarrollar, o completar, la “Ilustración” inacabada. No está planteando sino la recuperación de la razón aunque, según él, sin los excesos que tanto se le han criticado a la modernidad en las últimas décadas.


Referencias
Habermas, J (1987). Teoría de la acción comunicativa. Madrid: Taurus.
_________   (1982). Conocimiento e interés. Madrid: Taurus.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Mi Padre El Inmigrante, Un Poema a la Vida, a la Existencia

¿Cómo escribir ensayos?

Pensamiento Filosófico y Pedagógico: David Hume