Filosofía y Literatura: Albert Camus
ALBERT CAMUS O
LA BÚSQUEDA DE SENTIDO
Rolando Núñez
rolandonunez70@hotmail.com
Resumen:
Los grandes principios
que inspiran la filosofía de Albert Camus se van develando a lo largo de su historia
de vida, no como lineamientos abstractos de un acto aislado de la razón, antes
bien su filosofía es ante todo vida vivida como búsqueda del sentido en medio
de las adversidades de la historia personal y social que le toca padecer. En su
historia de vida se descubren tres momentos fuertes o etapas de reflexión en la
búsqueda del sentido de la existencia: el descubrimiento de la felicidad y el
goce de vivir; la interrogante de la muerte que marca el absurdo de la vida; y
la esperanza de la recuperación del sentido mediante la rebelión personal ante
las situaciones que tratan de opacar el sentido trascendente del diario vivir.
En Camus la filosofía se traduce como existencia y ésta en filosofía, hecho que
se puede descubrir en su propia historia de vida o una vida en búsqueda del
sentido posible.
Palabras claves:
sentido, existencia, esperanza, libertad, Albert Camus, Argelia.
Abstract:
The greatest principles that inspires the philosophy
of Albert Camus will emerge in the history of his life, not as abstract
linements of an isolated act of reason, more before, his philosophy is life lived
as searching for sense in between the adversities of his personal and social
history. In the history of his life we can discover three strong moments of
reflection in the search of the sense of the existence, discovering the
happiness and pleasure of living, the question that emerges from death and
marks the absurde of life, and the hope of recovering sense through the
personal rebellion before the situations that opaque the sense of transcendency
in daily living. In Camus, philosophy means existence, this can be discover in
his own life history or a life in search for the possible meaning.
Key words: sense, existence, hope, liberty, Albert
Camus, Argelia.
l.-
Introducción
No
siempre es fácil presentar la vivencia y evolución de un autor quien, más que
cavilar y elucubrar sobre la existencia, se ha empeñado en vivirla. El trabajo
que a continuación se presenta es el fruto de la aproximación a un autor que se
ha planteado con la más profunda honradez el "sentido" que tiene o
deja de tener la vida.
Este
hombre ha sido sensible a la problemática de su tiempo, a la suya y a la de sus
contemporáneos. Se ha cuestionado hasta el punto de ponerse ante la disyuntiva
de si la mejor salida a los males del hombre es el suicidio o la esperanza en
un mundo utópico, intangible. Esta búsqueda, a veces desesperada, se descubre
sólo ahondando en la historia de vida de este autor. Este es el camino que
vamos a intentar en las próximas páginas.
2.-El
autor y su contexto
a)
Su infancia
Sobre
Camus y su obra muchas cosas se han dicho; unas buenas, otras malas; unas ciertas,
otras no tan ciertas. A medida que han pasado los años y el tiempo nos ha distanciado
del autor y de su momento histórico, la objetividad se ha ido instaurando. Los
biógrafos e historiadores han podido acceder a fuentes directas, a informantes
fidedignos. El fin de la confrontación con el comunismo ha permitido decantar
lo real de lo imaginario.
¿Quién
es Albert Camus? ¿Es francés o es africano? ¿Es filósofo o es literato? ¿Es
político o un artista? Nuestro autor proviene de padres que pertenecieron a la
primera generación de argelinos franceses. Su padre, Lucien-Auguste era
originario de la ciudad de Burdeos, pero la familia emigró pronto a Argelia en
busca de nuevas oportunidades. Su madre, Catherine Sintes, de origen español,
también había nacido en Argelia. En una ciudad llamada Chéraga el joven
Lucien-Auguste Camus, padre de Albert, fue colocado a los cuidados de su familia,
dado que había quedado huérfano, al año de
nacido; posteriormente
es dejado por uno de sus hermanos en casa de un transportador de vinos. Cuando
lo llamaron a cumplir el servicio militar, declaró ejercer la profesión de
cochero. En Chéraga fue donde conoció a Catherine Sintes que era tres años
mayor que él. Lucien-Auguste se halló rápidamente integrado a la gran familia Sintes.
Cuando murió el padre, Etienne Sintes, en 1907, su viuda dejó Chéraga con sus
hijos y sus dos hijas (entre las cuales estaba Catherine), para establecerse en
Belcourt, barrio obrero de Argel.
A
su regreso del servicio militar, Lucien-Auguste decidió que tampoco tenía
ninguna gana de regresar a Chéraga, y uno de los hijos Sintes, Joseph, que
trabajaba para la gran compañía de transportes de vinos de Jules Ricome,
consiguió un empleo en esta empresa. Los Sintes aceptaron de la mejor manera a
Lucien-Auguste. Como este último había conservado un recuerdo doloroso del
orfanato y de lo que le habían hecho padecer sus hermanos y hermanas
abandonándolos, los Sintes se abstuvieron siempre de cualquier tipo de contacto
con los otros Camus.
Es
particularmente significativa la relación de Albert Camus con sus padres. En
varias de sus obras saldrá a flote la figura de ambos; más la de la madre que la
del padre. No obstante, el tratamiento que Camus le da a su padre es
especialmente ilustrativo en El primer
hombre, su última obra, publicada póstumamente:
No había conocido a su padre, pero solían
hablarle de él en una forma un poco mito1ógica y siempre, llegado cierto
momento, había sabido sustituido. Por eso Jacques jamás lo olvidó, como si, no
habiendo experimentado realmente la ausencia de un' padre a quien no había
conocido, hubiera reconocido inconscientemente, primero de pequeño, después a
lo largo de toda su vida, el único gesto paternal, a la vez meditado y
decisivo, que hubo en su vida de niño1.
La
presencia de su madre es constante a lo largo de toda su vida y de todas sus
obras, el padre en cambio es una "presencia ausente", es decir, su
padre muere cuando Albert sólo cuenta meses de nacido; Lucien cae en la primera
batalla de Marne durante la Primera Guerra Mundial; sin embargo, este hecho no
impide que Camus constantemente vuelva sobre la figura de su padre, hasta plasmar
esta preocupaci6n en El primer hombre.
El
hecho de que el escenario donde se mueven los padres de Camus sea el
Mediterráneo va a ser
determinante para la futura configuración filosófico - literaria y humana de
Camus. Esto va a condicionar toda la evolución intelectual y vital del autor.
De su particular percepción del medio y de contacto con 1o que le rodea va a
emerger su sensibilidad intelectual. De ahí saldrán obras como Verano, Bodas, El Extranjero, etc.:
Si el viajero llega a visitar estos
lugares en verano lo primero que tiene que hacer es evidentemente ir a las playas
que rodean las ciudades. Allí verá a las mismas gentes jóvenes de antes, sólo que
más resplandecientes por estar menos vestidas. El sol les confiere entonces los
ojos soñolientos de gigantescos animales. A este respecto las playas de Orán
son las más hermosas ya que la naturaleza y las mujeres son más salvajes2.
Camus
nace el 7 de noviembre en Mondovi (Argelia). El l l de octubre del año
siguiente muere Lucien, padre de Albert Camus; la familia se traslada entonces
a Argel. Camus crecerá en Belcourt, un populoso barrio habitado por obreros, árabes
y colonos franceses. Fue este barrio quien lo formó. Vivió en el apartamento de
su abuela y de su madre desde los ocho meses hasta 1os dieciséis años:
Mi cuarto da sobre la calle
principal del barrio. Era una hermosa tarde, sin embargo, el pavimento estaba
grasiento; había poca gente y apurada. Pasó primero una familia que iba de
paseo: dos niños de traje marinero, los pantalones sobre las rodillas, un tanto
trabados dentro de las ropas rígidas, y una niña con un gran lazo color de rosa
y zapatos de charol3,
Camus
volvería a esa casa continuamente. Belcourt era el barrio de los pobres, de los
que trabajaban muy duro a cambio de sueldos miserables en las pequeñas fábricas
e instalaciones portuarias, como artesanos o por su cuenta. Allí había mucho
contacto con los musulmanes, esto marcará a Camus, pues sentirá a los
musulmanes corno hermanos.
En
este ambiente de pobreza material, pero de riqueza humana espiritual creció el
autor de La peste. En la casa de su
abuela sólo se respiraba pobreza, limitaciones: "(...) Por fin podía dormir
y volver a la infancia, de la nunca se había curado, a ese secreto de luz, de cálida
pobreza que lo había dado a vivir y a vencerlo todo"4.
El
pequeño Albert aprendió las primeras letras en la escuelita del barrio, llamada
"escuela para párvulos". Un rasgo que suele destacar, él o sus
biógrafos, es el hecho de que en su casa no había libros, ni una mesa para trabajar.
Su casa es un cuadro típico: la madre vuelve agotada del trabajo (se empleaba
como doméstica en diversas casas), hallando el apartamento vacío, ya que la
abuela ha salido a hacer mandados y los niños todavía están en la escuela. Esta
rutina se repite a diario en el pobre apartamento, incómodo y apenas amueblado.
La
infancia de Camus se desarrolla como la de cualquier niño pobre de barrio común
de Argelia. Pero eso sí, el muchacho se destaca por su capacidad para
organizar, para ser líder entre sus compañeros de juego. Descolla también su
inteligencia y don natural para el estudio; esto va a ser advertido por su
maestro de primaria Louis Germain, a quien Camus le agradecerá toda su vida el
que le haya orientado y ayudado a ser alguien, a avanzar en el estudio:
En la Clase del señor Germain, sentían
por primera vez que existían y que eran objeto de la más alta consideración: se
los juzgaba dignos de descubrir el mundo. Más aún, el maestro no se dedicaba
solamente a enseñarles lo que le pagaban para que enseñara: los acogía con
simplicidad en su vida personal, la vivía con ellos contándoles su infancia y la
historia de otros niños que había conocido, les exponía sus propios puntos de
vista (...)5.
Será
este maestro el que le consiga luego una beca para estudiar en el líceo, cosa
que de otra forma hubiera sido imposible para Camus. Como quiera que sea, Camus
constituye un caso excepcional entre quienes ordinariamente no pasaban de la
escuela primaria y no iban más allá de las fábricas de Argel, a dejar su
juventud en los bolsillos de los patronos.
b) Salir de Belcourt
Con
Camus va a pasar algo muy particular. El autor viene de un ambiente de pobreza,
simplificado en los ricos valores que pudiera tener debido a la rutina impuesta
por el trabajo y la miseria. Pero el muchacho va a ir más allá, va a ser, entre
los suyos, como ese hombre que describe Platón en el mito metafísico de la
caverna, él va a ser el que rompa las cadenas y salga de la cueva a ver la luz6.
Camus va a alzar la cabeza y ver más del mundo en el que ha nacido y vivido los
primeros años.
El
primer contacto con ese otro mundo le va a impactar, le va a deslumbrar, le va a
causar un súbito estremecimiento. Al salir de su barrio (esta forma de
expresarlo es sólo simbólica) va a ver otras cosas, otras formas de vida, otros
modos de ver el mundo: "´
Él
había crecido en una pobreza desnuda como la muerte, entre sustantivos comunes;
en casa de su tío descubría los sustantivos propios"7. Si
analizamos con detenimiento esta afirmación que Camus hace sobre su propia
infancia, bien podemos hacer dos lecturas distintas de esta idea. En primer
lugar podemos hacer una lectura desde lo simbólico, decir que Camus usa una
metáfora; pero también podemos ver su afirmación desde la filosofía del
lenguaje, que insiste mucho, en los últimos años, en que no hay
"nombre" enteramente inocente, es decir, algo tiene que significar el
nombre de una cosa, de aquí que se tenga la certeza de que alguna oscura relación
existe entre el hombre y la cosa nombrada, o lo que es lo mismo, no se nombra sin
razones ni consecuencias. Por eso la vacilación o ausencia de nombre revela la ausencia
de identidad. Si Camus entrevé ya esta relación entre cosa y nombre se adelanta
a su tiempo; nosotros tenemos la posibilidad de descubrirla y develar tal relación
a la luz de la sensibilidad de los filósofos del lenguaje por el tema.
No
obstante, este contacto con otra realidad diferente a la suya no desclasa a
Camus, no lo aísla de su ambiente originario, más bien, el contraste de estas
dos realidades le va a permitir volver siempre a su ambiente y revalorizar las
cosas positivas de su "mundo de vida".
En
1930 nuestro autor tiene 17 años. En este momento va a sufrir su primer ataque de
tuberculosis. Esto va a ser determinante, pues va a marcar una etapa de su
evolución intelectual; mucho de su pensamiento y reflexión sobre el absurdo y
sobre el sentido de la vida tiene como eje esta experiencia vital. Desde aquí evolucionará
el autor hacia su propuesta sobre el sentido de la vida. "La tuberculosis
es la única enfermedad que se sabe curar. Sólo hace falta tiempo"8.
Estos ataques de tuberculosis le van a exigir, en repetidas ocasiones, que
abandone sus estudios universitarios.
El
16 de julio de 1934 Camus contrae matrimonio con Simone Hié, una joven burguesa
que luego presentará problemas nerviosos y pasará largos períodos en clínicas y
terapias. Este matrimonio, según algunos amigos y conocidos de Camus, parecía
traído por los pelos, lo que pudiéramos considerar una "pareja
dispareja". Esto por varias razones. Simone era una joven bohemia,
esnobista y bastante extrovertida; esto estaba en contraste con la personalidad
y temperamento de Camus que tendía más bien a lo formal, introvertido y
recatado en el trato. Por otro lado, ambos pertenecían a realidades
socio-económicas diversas, aunque Camus, durante su época de estudiante nunca
exteriorizó su origen humilde:
Su casa era un universo cerrado, sin
un libro, incluso sin un periódico o revista (...) En estos primeros años no le
gustaba demasiado que fueran allí sus compañeros y si alguno lo hizo, escasos
fueron los que, conociéndole cuando era colegial, cruzaron la frontera del
estrecho pasillo que unía a la calle a la escalera que llevaba al piso
Camus-Sintes. ¿Sentía acaso vergüenza de su piso, de su familia, de su madre que
era asistenta? Los indicios son contradictorios. Louis Guilloux, otro chico
pobre, pensaba que Camus nunca había deseado esconder lo que su madre hacía,
pero que se reservaba el derecho de decirlo 'él mismo'. En cuanto al hermano de
Alberto, Lucien, insiste en el hecho de que eran pobres pero orgullosos que, después
de todo, los placeres de Belcourt (el sol, el mar) eran gratuitos9.
Todo
esto nos demuestra que Camus, pese a su origen humilde podía muy bien alternar
con gente de cualquier clase social e incluso llevar un estilo de vida igual al
de otras clases sociales diferentes a las suyas. Lo cierto es que en el caso
concreto que nos, ocupa, la relación matrimonial entre Camus y Simone Hié sólo
duró dos años, tras los cuales se separaron y cada cual toma diverso camino, no
sin marcadas consecuencias para ambos a nivel afectivo, sobre todo para Camus.
Al
enfocar el pensamiento camusiano sobre el sentido de la vida nos damos cuenta
que prácticamente todas sus acciones, todas sus decisiones vitales giran en torno
a esta preocupación del autor. Camus no es un estudiante cualquiera, es más bien
un joven de opciones, de decisiones por tomar. En este orden de
ideas cobra vigencia la
ubicaci6n que de él hacen los autores en la corriente existencialista, en el
sentido kierkegaardiano de que la existencia se define en la decisionalidad, en
la opción: "No es tan sencillo descender de un coche; en ocasiones, puede
ser un importante paso"10. Esta frase es sacada de uno de los
libros de Kierkegaard que más entusiasmó a Camus:
Demostró entusiasmo por el Diario de un seductor, de Kierkegaard,
en su "O lo uno o lo otro", donde el joven Sören Kierkegaard confiesa
su amor -y la imposibilidad de este amor-por Regine Olsen a quien consideraba
demasiado joven y demasiado inocente con relación a su propia culpabilida11.
Por
la influencia de este pensamiento existencialista es importante destacar la opción
política que Camus hace en este momento. En estos años está en efervescencia la
propuesta socialista y comunista y Francia (y Argelia, como provincia francesa)
se hace eco de todos los debates en pro y en contra; Camus se verá involucrado
en todo este quehacer intelectual.
Esta
decisión política por la propuesta comunista lo lleva a la adhesión al partido comunista
francés en 1935, Y a convertirse en un líder en la provincia, aunque por paradójico
que parezca nunca ocupó cargos de importancia en el partido. Desde ahora su
acción, su producción literaria, teatral,
se van a orientar hacia la militancia política. En esta época va a crear junto
con otros el Théátre du Travaeil para adaptar y montar obras tales como Le
temps du mépris, Révolte dans les Asturies, El revés y el derecho, etc.
Aunque
esta es la opción del autor en este momento, posteriormente se verá desengañado
ante los vacíos y los fallos que encuentra en la teoría, pero sobre todo en la
praxis política del comunismo. Esto generará su exclusi6n de dicho partido dos
años después, en agosto de 1937.
En
1936 Camus presentó su tesina titulada Neoplatonismo y pensamiento cristiano, en
donde colocará en oposición el sistema griego, donde "el hombre es la medida
de todas las cosas"12, y lo sobrenatural cristiano. No es puro
azar que los protagonistas de esta batalla espiritual sean ambos norafricanos,
Plotino (¿205-270?), cuyo neoplatonismo ejerció una gran influencia sobre los
comienzos del cristianismo, y San Agustín (354 – 430), quien utilizó los
métodos de los griegos, pero rechazó su fatalismo. El cristianismo, concluye
Camus, ha guardado intacta su verdad profunda tratando todas las dificultades
en el plano de la Encarnación.
Después
de corregir el trabajo, René Poirier, profesor de filosofía de Camus y jurado
para la ocasión, afirmó que Camus era "más escritor que filósofo"13.
No obstante el jurado acordó firmar el certificado el día 25 de mayo, que
otorgaba a Camus el diploma de estudios superiores. Si hubiera podido, Camus se
habría dirigido en ese momento hacia la cátedra que le había abierto la carrera
de la enseñanza superior. Pero esto significaba trabajar para el Estado de por vida
y el gobierno quería a alguien con buena salud, cosa con la que Camus no
contaba, debido a su incurable tuberculosis. No obstante, Camus se proponía vivir,
y hacerlo plenamente; se nos revela de nuevo la firme voluntad del autor de buscarle sentido a la vida
(a la propia y a la de los demás). No sólo desde la teoría sino también, y
sobre todo, desde la praxis. De ahí que se defina como un "filósofo de la vida";
que va experimentando en carne propia el sufrimiento, la pobreza, la
enfermedad, la muerte que trae consigo la guerra que le toca vivir
contemporáneamente.
Se
acerca luego el momento de ir a París. Este será un paso importante, que
implica dejar la provincia, dejar los problemas y preocupaciones locales para
sumergirse en un mundo mucho más complejo, con otra realidad desde el punto de
vista geo-histórico, político, social, etc.
Este
encuentro con la capital va a ser preparado por todos los acontecimientos que se
suscitaron en la vida de Camus después de su exclusión el partido comunista.
Una vez que dejó de pertenecer a esta organización Camus continuó con su labor
cultural e intelectual, formando un grupo de teatro independiente. Al mismo
tiempo necesitaba un trabajo, por lo que escribió a un tal Audisio que se había
convertido en el protector de jóvenes intelectuales argelinos en Francia. Pero
la respuesta no fue positiva pues era tiempo de depresión y costaba mucho
conseguir un trabajo.
En
diciembre de 1937 logra Camus un trabajo en el Instituto Meteorológico de Argel;
ahí permanecerá hasta finales de septiembre de1938. En esa misma época
participa de la publicación de la revista Rivages, donde predomina la corriente
mediterránea, aunque no se oriente por una escuela definida. Esta revista sólo
va a publicar dos números.
En
todo este tiempo, que pudiera parecer improductivo, Camus trabaja
incansablemente en sus proyectos literarios; recoge ideas para sus futuras
obras; bosqueja novelas, ensayos, obras de teatro, etc.
c) Argel Républicain
Mientras
tanto se proyecta la creación de Argel Républicain, que será el vocero u órgano
oficial del Frente Popular de Argelia. Esta es la gran oportunidad para Camus,
pero antes tienen que conseguir los fondos para consolidar la idea del diario.
En esta misma época conoció a Francine Faure con la que se casaría en diciembre
de 1940.
En
1938 Camus conoció a un hombre que tuvo una importancia determinante en su vida
adulta; este hombre era Pascal Pia, que sería su mejor amigo y luego su peor
enemigo. Le conoció cuando Pia, como director del diario en preparación, debía examinar
a Camus como candidato para el puesto de reportero, encargado de redactar las
noticias y responsable de las informaciones culturales y artísticas del Argel
Républicain. El trabajo ya era de Camus.
En
Argel Républicain comienza su carrera
como periodista. En este diario matutino de orientación izquierdista, Camus
dará sus primeros pasos en el periodismo: comenta libros, reporta accidentes
menores y poco a poco va soltando su pluma hasta elaborar artículos de opinión.
Enfrenta ahora un trabajo adulto y puede además trabajar de lleno en sus
proyectos literarios.
Una
de las preocupaciones constantes del joven periodista será la situación de
pobreza del obrero y de su familia. La palabra "miseria" aparece con cierta
frecuencia en sus escritos, aunque para él no deberían ser sinónimos:
"¿Puede el hombre desear algo mejor que la pobreza? No he dicho la miseria,
ni tampoco el trabajo sin esperanza del proletario moderno. Pero no veo qué más
puede desearse que la pobreza unida a un ocio activo"14. Esta
sensibilidad por el tema es naturalmente explicable dada la situación familiar
que le ha tocado vivir al novel periodista.
Poco
a poco Camus va soltándose en el medio periodístico. De simples reportajes, pasa
a hacer el tipo de reportajes que se reserva habitualmente a los periodistas
veteranos: grandes procesos criminales, investigaciones sobre problemas
políticos y sociales, etc.
Ya
desde esta posición empieza a asomar sus simpatías y su solidaridad militante
para con la causa argelina, causa que aún hoy tiene repercusiones. En el fondo
era la línea del periódico.
El
comienzo de la Segunda Guerra Mundial15 significó para Camus
problemas y desengaños. El joven periodista no estaba de acuerdo con la guerra,
no obstante quiso servir en el ejército en solidaridad con los que se iban y
para no escudarse en su enfermedad; no obstante fue rechazado.
El
comienzo de la guerra implicó además el fin de Argel Républican que agonizó
durante unos meses más, pero no sobrevivió a la falta de materiales (papel, obreros,
etc.), ni a la censura gubernamental e incluso de muchos de sus lectores. Esa
censura del gobierno resultó particularmente conflictiva para Camus quien en
cuestión de principios era inexpugnable y no daba su brazo a torcer fácilmente.
Así, en pocos meses se encontró desempleado y acosado por la censura oficial tan
vigente en ese particular tiempo de guerra, que si afectaba y se endurecía en
Francia, lo hacía aún más en Argelia, que era provincia.
d) París: ilusión y
desengaño
Luego,
meses después, irá a París y va a ser empleado como "secretario de
redacción" en Paris-Soir; en esencia era responsable de la composición del
periódico. Al principio vive en una pequeña e incómoda habitación; luego de
varias semanas se traslada al Hotel Madison, allí estará hasta el éxodo hacia
Clermont-Ferrand motivado por la ocupación nazi de la ciudad de París.
Camus
manifiesta odiar París, y dice que se irá en cuanto pueda. No obstante el autor
no pierde la oportunidad de "vivir" plenamente, de trabajar en sus escritos.
Un dato interesante en la obra y pensamiento de Camus es que el autor saca sus
obras, sus personajes, de la vida, de lo que va viendo y viviendo a diario16.
Es esto lo que hace mientras está en París; no pierde la oportunidad de estar
entre los impresores, entre los operarios de las máquinas. Aquí Camus recoge la
materia prima para sus obras; no las inventa, las recrea; de ahí viene la
vigencia y la frescura de obras como El
extranjero.
De Clermont -Ferrand fue movilizado el Paris-Soir a la ciudad de Lyon. Allí
Camus contrae matrimonio con Francine Fauré el 3 de diciembre de 1940. Al poco
tiempo queda sin empleo tras la reducción de personal efectuada en París-Soir y se va a vivir a Orán.
Orán
es una mezcla de atracción y repulsión para Camus. Nunca tendría, con todo su
bienestar material, el ambiente cultural de Argelia. Así lo pinta Camus en Bodas:
Las
calles de Orán están consagradas al polvo, a los guijarros y al calor. Si llueve,
es el diluvio y un mar de barro. Pero con lluvia o con sol, los comercios
tienen el mismo aire extravagante y absurdo. Todo el mal gusto de Europa y
Oriente se ha dado cita allí17.
Y unos párrafos más adelante sigue:
El
candor propio de este pueblo de comerciantes y colonos se manifiesta en la
publicidad misma. Leo en el programa de un cinematógrafo oranés, el anuncio de
un film de tercera categoría. Señalo los adjetivos 'fastuoso', 'turbador' y 'formidable'.
Para terminar, la gerencia informa al público de los grandes sacrificios que se
ha impuesto para poder presentarle esa asombrosa 'realización'. Sin embargo, el
precio de las entradas no será aumentado18.
De modo que según el parecer de los argelinos, entre
ellos Camus, Orán no es sino el granero o la despensa de Argelia.
Le
fue difícil a Camus conseguir trabajo en Orán como consecuencia de la guerra.
Su amigo Charlot lo empleó desde Argel como asesor de sus publicaciones y revisó las obras de otros amigos; esto le aseguraba una
mínima entrada. En esta misma época reanudó
las actividades de su
Théậtre de l'Equipe en Argel. Posteriormente, en 1943, Camus participa
activamente de la Resistencia Francesa, colaborando con el diario clandestino Combat. Este hecho es clave puesto que demuestra
el espíritu luchador y rebelde de Camus; no es un intelectual aburguesado, ni
instalado en su propia comodidad, no es tampoco un escritor de escritorio.
Camus verá la ocupación nazi como una verdadera Peste, magistralmente retratada en su obra así titulada:
Ha
habido en el mundo tantas pestes como guerras y sin embargo, pestes y guerras
cogen a las gentes siempre desprevenidas. Cuando estalla una guerra, las gentes
se dicen: 'Esto no puede durar, es demasiado estúpido'. Y sin duda una guerra
es evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide que dure. La estupidez
insiste siempre (...)19.
Después
de esto regresará a Orán, se instalará allí y comenzará una vida rutinaria. Se emplea
como profesor particular, que en aquel momento, en el que estaban prohibidas
las grandes reuniones, eran muy solicitados.
En1943
Camus trabajará como lector de la Editorial Gallimard. Pero su actividad no se reduce
a esto solamente; antes bien, el autor seguirá trabajando, bosquejando,
maquetando sus proyectos y obras futuras. Algo importante que hay que hacer notar
es que Camus, pese a su enfermedad, pese a las dificultades económicas, no
obstante sigue siendo incansable. Ya en esta época empieza a tener resonancia
su obra El Extranjero. El público,
que no cuenta en este momento con gran variedad de distracciones, se interesa
por la lectura y obras como El Extranjero
seducen. La crítica se vuelca a analizar a Camus, unos lo aplauden, otros son
muy duros e incomprensivos en sus críticas, por lo menos él lo percibe así, y por
esto reacciona, a veces agriamente. Pero en general, el autor ya está
evolucionando; sus primeros pasos están dados.
e) La Peste
En
1942 Camus sufrió otro fuerte ataque de tuberculosis; esta vez estaba afectado
su pulmón izquierdo, por esta razón se le recomendó pasar unos meses en las
montañas. En esta época empieza a escribir La
Peste. El inicio de la confección de esta obra coincide o es producto de
varias situaciones que Camus considerará verdaderas desgracias. En primer
lugar, está su peste personal, su enfermedad; por eso al cumplir 29 años escribiría
en su diario: "No soy yo quien renuncia a los seres y a las cosas"
(no podría), son las cosas y los seres los que renuncian a mí. Mi juventud se escapa;
estar enfermo es eso"20.
La
otra gran peste es la guerra, el avance nazi. En este momento Camus se empieza a
preocupar verdaderamente de su patria y su familia. Unido a esto, está el hecho
de las estrecheces económicas. Camus no sólo vive la pobreza en su niñez, también
durante buena parte de la juventud y algo de su madurez; esto debido a su
enfermedad, a la guerra, a la falta de empleo, etc. Va a pasar por situaciones
verdaderamente difíciles. Sin embargo, siempre mantuvo una actitud desprendida
con respecto al dinero, incluso cuando lo tuvo en abundancia. Pensaba que éste
había sido hecho para gastado: "Toda vida dirigida hacia el dinero es una muerte"21,
escribió en su diario.
Posteriormente
sería incluido en la nómina de la Editorial Gallimard como lector y autor Gallimard,
a este punto su situación económica mejorará. Esta inclusión y pago por adelantado
será por su obra futura. Camus manifestó no gustarle la idea de escribir por
dinero, pero no tenía otra salida.
Es
en esta época cuando entra en estrecho contacto con el movimiento de
resistencia anti-nazi; colaborará con él y se vinculará con muchos miembros del
movimiento. Muchos de ellos, escritores y poetas, leerán y se intercambiarán
manuscritos y cartas con Camus.
En
1943 conoce a Jean Paul Sartre. Este encuentro va a ser importante en la vida
de Camus, puesto que en un primer momento fuertes lazos lo van a unir al autor
de La náusea y luego se va a suscitar
una polémica muy fuerte entre ambos, con motivo de la publicación de la obra de
Camus El hombre rebelde. Vale la pena
detenerse en esta relación puesto que con frecuencia lecturas e
interpretaciones erróneas de la obra de Camus lo han asociado indiscutiblemente
al sin sentido proclamado por Sartre. La fuerte polémica sostenida por ambos
autores demuestra de manera rotunda todo lo contrario.
Ahora,
¿cuáles son las razones para esta asociación? Como hemos visto, Camus estudia
filosofía y tiene la oportunidad de analizar autores tales como Schopenhauer,
Nietzsche, Marx, Hegel, Feuerbach, etc. También es cierto que al entrar en
contacto con Sartre comparte muchos puntos de vista, opciones vitales y acciones
políticas con él. Pero todo esto no lo determina, pues el autor desarrollará su
propio enfoque en lo que se refiere al absurdo, su posición frente al sentido
de la vida, la libertad, etc. Como luego veremos, si Sartre concluye el
sin-sentido, el absurdo, Camus por su parte va a optar por la rebelión frente
al absurdo, por la lucha por los valores que le dan significatividad a nuestra existencia.
Son pues caminos distintos, que si bien pudieran Tener un punto de partida
común, su punto de llegada difiere de forma determinante. Volveremos sobre esta
polémica un poco más adelante.
J)
La liberación
Tras
la "liberación" francesa de las fuerzas nazis, Camus se convirtió en
un personaje clave del debate público a nivel político. El diario “Combat”, que
había sido el vocero de la resistencia durante el tiempo de la ocupación
alemana, ahora era el vocero oficial de las fuerzas armadas de nacionalismo y
patriotismo que se habían resistido al colaboracionismo durante la guerra.
Camus
desde las páginas del “Combat” debatió con quienes pensaban que había que hacer
borrón y cuenta nueva, perdonar a quienes habían colaborado con los invasores.
En esa posición se encontraban algunos representantes de la Iglesia que pedían el
perdón de los colaboracionistas en nombre de la caridad cristiana. A esto respondía
Camus en una ocasión al editorialista de “Le Figaro” de la siguiente manera:
Un
cristiano podrá pensar que la justicia humana se suple por medio de la justicia
divina y que, por consiguiente, es preferible la indulgencia. Pero que
considere el Sr. Mauriac el conflicto en el que se hallan unos hombres que
ignoran la sentencia divina y que conservan, no obstante, la fe en el hombre y la
esperanza de su grandeza. Les queda callarse para siempre o convertirse a la
justicia de los hombres. Esta no puede producirse sin desgarros.
Pero,
ante cuatro años de dolores colectivos que han seguido a veinticinco de
mediocridad, ya no es posible la duda. Y hemos optado por asumir la justicia humana
con sus terribles imperfecciones, preocupados solamente por corregida con una
honestidad desesperadamente mantenida22
En
un primer momento, con el furor de la victoria y la cercanía de los acontecimientos,
Camus era implacable en su posición; poco a poco, a medida que se fueron calmando
los ánimos, se vieron las cosas con más calma. Su postura acerca de la pena de
muerte por crímenes de colaboracionismo iban a evolucionar a medida que se atenuaba
la fiebre de los primeros meses de la liberación; y no tardaría en imponerse de
nuevo su horror por la pena capital.
Lo
cierto es que en este período, intelectuales como Camus, Sartre y otros, junto a
de Gaulle, fueron figuras emblemáticas para Francia, pues representaron el
rescate del valor y el nacionalismo perdido.
En
esta época Camus se reencontró con su esposa y se dedicó con más ahínco al trabajo
literario; es precisamente ahora cuando se dedica a terminar La Peste; de hecho tiene la posibilidad
de anunciar en ella, coincidiendo con la liberación, que:"(...)hay en los hombres
más cosas dignas de admiración que de desprecio"23.
g)
La Celebridad
Para
este momento (1944-45) Camus ya es una celebridad, aunque todavía no tenía bienes
de fortuna. Antes bien, en muchas oportunidades se vio en grandes apuros económicos
y dependió de los Gallimard hasta para conseguir casa. Esto se debe quizás al hecho
de que Camus nunca concibió la labor de escritor como una manera de hacer
dinero. De hecho para esta fecha tenía aún sin terminar La Peste, que había comenzado mucho tiempo antes había paseado
inconclusa con él por gran parte de Francia e incluso la había llevado en su
equipaje a su viaje por Estados Unidos. Camus solía ser muy cuidadoso en la
revisión y lectura de obras que él proponía para editar o con las suyas
propias: un verdadero artista.
A
este hombre no le importaban los honores o títulos y los rechaza siempre que
podía. Así, al regresar de Estados Unidos le había sido otorgada una medalla
por su labor en la resistencia; comentando esto decía que él no aceptaba, o por
lo menos no estaba de acuerdo con este tipo de honores, pues muchos de sus
amigos que habían muerto a su lado no habían recibido ningún premio aún.
Al
debate con los conservadores de post-guerra, se unía ahora el enfrentamiento
con el comunismo. Camus fue siempre muy recto y honrado a la hora de mantener
sus posiciones, y en lo que respecta a los sistemas, a 1as doctrinas, y a las
corrientes filosóficas fue siempre un iconoclasta, esto traería más de un
enfrentamiento.
En
esta época la vida recobra, poco a poco, su ritmo normal. Las intrigas, los
partidismos terminan con el diario de los "puros" pues “Combat” se
convertido en un periódico como los demás. Esto fue también motivo de la ruptura
entre Camus y Pascal Pia, motivado, en parte, por esta misma situación.
Después
de la terminación de la guerra, como ya hemos apuntado, Camus definitivamente
es una celebridad. Esto le traerá, como es natural, ventajas y desventajas.
Entre las primeras está el que se convierte en un hombre público, que es
invitado a dictar conferencias, a participar en comisiones internacionales de
cultura, educación y otras más.
Todas
las miradas se centran en él, hasta la prensa sensacionalista; de esto da fe el
que en una ocasión la esposa de Camus solicitó una mujer de servicio a través
de un clasificado del periódico y se presentó una muchacha que apenas si sabía
cocinar, lavar; luego descubrieron que se trataba de una periodista
independiente que quería hacer un reportaje para una revista de farándula.
El
18 de octubre de 1951 publica El hombre
rebelde. Esta obra va a generar un gran revuelo en el ambiente intelectual
parisino y extranjero. Las posiciones adaptadas por Camus en la obra con
respecto a la historia, al comunismo, traerán críticas a favor y en contra. Su
idea de la historia, particularmente interesante, está en continuidad con
algunos conceptos presentes en El Mito de
Sísifo, ya en 1942; ahí afirmó que el hombre: "Es sólo el carbón de la
locomotora de la historia"24. El Hombre Rebelde traerá particularmente la polémica Camus-Sartre
en 1952.
h)
La polémica Camus-Sartre
Vale
la pena detenerse a analizar en qué consistió esta polémica, pues sus motivos
marcan muy bien las diferencias entre estos dos autores y desmontan el craso error
de que Camus y Sartre comparten una misma filosofía o que Camus es uno de los
fieles seguidores de la "nada" sartriana. Sigamos para esto el
recuento histórico de Carlos Rangel25
Camus
y Sartre se encontraron por vez primera en 1943, en plena ocupación nazi en
Francia. Sartre había sido prisionero de guerra en 1940. Camus militaba en la
resistencia contra el invasor. En la inmediata post-guerra estos dos hombres
dominaron el ambiente intelectual de su país, en un momento en el que la
sociedad francesa, desmoralizada, confusa, y empobrecida por la derrota militar
y la ocupaci6n, desesperadamente requería moralistas laicos como, justamente,
ellos. Estos grandes popes laicos o mandarines (tal como los llamó Simone de Beauvoir)
al principio estuvieron de acuerdo en todo, pero en poco tiempo, en casi nada.
Sartre
había sido vástago de sólida familia burguesa, sobreprotegido, sobre educado,
distante de la cuestión social hasta la guerra. Camus, en cambio, y como hemos
visto ya, es el hijo de una doméstica analfabeta, en Argel. A Sartre la
conciencia social y política le llega tarde, y la asumió filosóficamente, a la
manera de Hegel, con palabras y grandes abstracciones. Camus, por su parte, nació,
quisiéralo o no, dentro de la conciencia social y de la historia; la vivió en
carne propia desde la infancia. Por algo ha sido llamado "filósofo de la
vida". Camus vive además la cuestión colonial, no como un alma sensible (y
distante) sino como un "pied noir" (pie negro) como llamaban a los
argelinos de origen europeo. Por eso no tuvo que proclamar su compromiso de escritor.
Lo cumplió simplemente, en todos los actos de su vida y también en sus escritos.
La
sonada "ruptura" pública entre Camus y Sartre se da justamente en el
punto más deplorable de la claudicaci6n sartriana frente al estalinismo.
Después de 1945 Francia había vivido, como ningún otro país, la controversia
angustiosa sobre el verdadero carácter del régimen soviético. Frente a esto, a
Sartre sólo se le ocurrió proponer que se le ocultaran las barbaridades del
régimen soviético a la clase obrera francesa. Toda la arrogancia de Sartre, toda
su astronómica distancia de la condición proletaria y de un verdadero respeto humano
hacia los trabajadores, están contenidas, según el parecer de Carlos Rangel, en
esa proposición.
Camus,
en contraste, venía acumulando reservas frente al marxismo; Sartre multiplicaba
ensayos brillantes, pero dogmáticos y altaneros en su gran revista, por otra
parte admirable, “Les Temps Modernes”, en los cuales discurría sobre la
Historia con H mayúscula. Camus era editorialista cotidiano de “Combat”, y le
tocaba analizar día a día el comportamiento concreto de los comunistas
franceses o la situación del régimen comunista en otras naciones. La revolución
propuesta por los comunistas terminó por aparecerle con su faz de ídolo sangriento.
Esas
reflexiones y otras sobre el valor absoluto del acto de rebeldía y la forma paradójica
como ese valor se desvirtúa en el ejercicio del poder por los antiguos
rebeldes, las comunicó en su libro El
hombre rebelde:
La
libertad (...) está en el principio de todas las revoluciones. Sin ella, la justicia
parece inimaginable a los rebeldes. Sin embargo, llega un tiempo en que la
justicia exige la suspensión de la libertad. El terror, pequeño o grande, viene
entonces a coronar la revolución. Cada rebelión es nostalgia de inocencia y
apelación al ser. Pero la nostalgia toma un día las armas y asume la
culpabilidad total, es decir, el asesinato y la violencia26.
También
plasma en esta obra su definitiva discrepancia sobre la supuesta identidad de
la responsabilidad del escritor con una militancia política en las filas o al
lado de "la vanguardia del proletariado".
Sartre
tal vez se sintió aludido. En todo caso, esa fue la gota que derramó el vaso de
las discrepancias entre los dos hombres, hasta entonces no formuladas
públicamente. En el número de junio de 1952 de “Les Temps Modernes”, el secretario
de Sartre, Francis Jeanson, firmó un violento ataque contra Camus con el pretexto
de reseñar el nuevo libro de Camus. Por coincidencia el número de julio traería
la primera parte del ensayo de Sartre titulado “Los Comunistas y la Paz”, donde
exponía su convicción de que el marxismo-leninismo como teoría y práctica
políticas y la Unión Soviética como entidad histórica eran, el primero, la
única y forzosa guía para el pensamiento y la acción, y la segunda la patria de
los trabajadores y el bastión del socialismo y la paz.
En
agosto, “Les Temps Modernes” dio cabida a una carta al director en la cual Camus
respondía a Jeanson (y a Sartre) con una severidad en la que desbordaba su
irritación, contra el diletantismo político de Sartre, hasta ese momento largo
tiempo contenida. Sartre, estirando su privilegio de director-propietario, le
respondía a su vez en el mismo número, con todo el virulento sarcasmo que tan
espléndidamente sabía manejar. Esa es, en resumidas cuentas, la "polémica Camus-Sartre".
i)
El Escritor
En
los ocho años que restan de la vida de Camus, vamos a conseguir una gran actividad
pública, social e intelectual. Pero fundamentalmente el Camus – hombre ha dado pasos esenciales que le constituyen, sin
determinado. De hecho él afirmaría en una entrevista que su obra no estaba aún
terminada, ya faltando tres años para su muerte.
En
1955 escribe en “L' Express” semanalmente y posteriormente a diario. Su perfil como
escritor e intelectual está bastante bien definido ya para esta época; aunque
no su evolución filosófica.
Argelia
siempre tendrá un lugar especial en la vida de Camus y hará todo lo que esté a
su alcance en favor de su causa, aunque haya autores que sostengan que hubo
momentos en los que el escritor guardó demasiado silencio. En 1945 se había
dado la sublevación nacionalista en Sétif27. once años después, el
22 de enero de 1956, Camus hace su llamamiento para la tregua civil.
En
1957 le será concedido el Premio Nobel de Literatura por su obra La Peste (1947). Al año siguiente, pese
a su adversi6n hacia el movimiento gaullista, se reunirá con Charles De Gaulle
poco antes de su vuelta al poder. Todo esto es parte de sus discretas
iniciativas a favor de los nacionalistas musulmanes. No obstante, Camus no
vería la independencia de Argelia pues habría de morir e 14 de enero de 1960 en
un accidente automovilístico, dejando así inconclusa su labor política e intelectual.
3.-CONCLUSIÓN
Como
se ha afirmado muchas veces, y así lo pensaba Camus, su obra aún estaba por
hacerse, por tomar forma. Sin embargo, mucho había ya hecho y procesado este autor,
si se toma en cuenta que había empezado su producción intelectual desde muy
joven. En todo caso su reflexi6n sobre el sentido de la vida, constante
preocupaci6n vital y filosófica suya, pasó por varias etapas y permitió que se
pudieran sacar algunas conclusiones en claro; teniendo que encontrar necesariamente
la muerte al autor en su momento de maduración plena.
Las
etapas, a las que se ha hecho alusión en el párrafo anterior, son esencialmente
cuatro. La primera de ellas es la que pudiéramos llamar la de La Religión de la Dicha, en donde Camus
exalta las alegrías, el goce de vivir, el contacto con la naturaleza; la
felicidad está en vivir el momento presente, en la sana inocencia animal; es un
disfrutar de la vida. En esta fase este es para Camus el sentido de la vida,
sin preocupaciones ni escrúpulos. Allí proclama el autor las bodas entre la tierra
y el mar, entre el mar y el sol. Sol, mar, juventud, dioses helénicos. Esa es
su primera fase.
Pero
poco a poco se va delineando la muerte. El autor se va a dar cuenta que esa
Religión de la Dicha no es para siempre, que esa vivencia gozosa se estrella
contra el muro de la muerte. Esta va a ser la fase del Descubrimiento del Absurdo. Esta etapa va a ser patente en obras
como El Extranjero, en donde
Meursault, el protagonista, descubre que es un extraño en el mundo, que no tiene
raíces, que nada tiene sentido. Esto se va a hacer evidente también en El mito de Sísifo, El Malentendido, Calígula,
La Caída, etc.
Pero
Camus no se queda allí, pues no plantea el absurdo como doctrina sino como dato
que tiene que ser superado. Es aquí donde aparece la fase denominada La Libertad en Rebelión, es decir, el autor plantea la rebelión
como respuesta, como alternativa a ese absurdo que se concretiza en la
enfermedad (incluida la tuberculosis que lo aquejó desde los diecisiete años),
en la guerra, en el mal moral y en las dictaduras. Esta respuesta se va a hacer
realidad en la “solidaridad” como único camino posible. Se trata de la rebelión
máxima, de la rebelión metafísica; se puede esclavizar el cuerpo, pero no la conciencia.
La
última fase va a ser La Esperanza en una
Libertad Imposible. Según esto, hay valores que siguen vigentes, aun para aquellos
que no creen en Dios. Camus rechaza el suicidio, por considerarlo una salida cobarde,
y rechaza también la eternidad porque, según él, lleva a no comprometerse. El
autor plantea que delante de la muerte hay que vivir en la honradez sin
esperanza, pero sin caer en la desesperación radical; hay que ser de los que no
callan, de los que luchan hasta el final. Descubriendo el absurdo, Camus intuye
y opta, desde una posición ética, por la “esperanza imposible”, que está a medio
camino entre la opción meramente intrahistórica y la opción
escatológico-trascendental. Este es, a grandes rasgos, el camino seguido por
Albert Camus y la evolución filosófico-existencial inherente a su historia de vida.
4.-
Citas y Referencias
1.- Camus, A (1994). El Primer Hombre. Barcelona: Tusquets,
p. 120.
2.- ________ (19802).
El Verano. Barcelona: Edhasa, p. 21.
3.- ________ (1982). El Extranjero. Bogotá: Oveja Negra, p.
28.
4.- ________ (1994). El Primer hombre, o.c., p. 44.
5.- Ibídem, p. 128.
6.- Platón (1992). La República (Libro Séptimo). Madrid:
Aguilar.
7.- Camus, A (1994). El Primer Hombre, O.C., p.61.
8.- Lottman, H (1994). Albert Camus, Madrid: Taurus. P, 43.
9.- Ibídem, p. 34.
10.- Kierkegaard, S
(19843). Diario de un Seductor,
Ediciones 29, Barcelona. P, 15.
11.- Lottman, H., Albert Camus, O.C., 143.
12.- Aunque sabemos que
esta máxima se le atribuye a Protágoras, principal representante de los
sofistas, pareciera que Camus ve todo el mundo griego desde esta óptica.
13.- Cfr. Lottman, H., Albert Camus, O.C., 142.
14.- CAMUS A (1985), Carnets, 2, Losada, Buenos Aires, p. 217.
15.- La guerra se
declara en septiembre de 1939, aunque Francia no entre de inmediato, pero
comienza a prepararse y se respira el ambiente bélico.
16.- Se cuenta que un
día que Camus estaba sentado en un café con Louis Benisti vino a saludarlos el
pintor Sauveur Galliero, artista menor y descuidado, de costumbres bohemias.
Sabiendo que la madre de Galliero acababa de morir, le dieron el pésame.
Galliero les contó que tras el entierro de su madre se había ido al cine con su
amiga. Camus dijo a Benisti: "Ya tengo el segundo elemento de El Extranjero". LOTMAN H., Albert Camus, o.c., 256.
17.- Camus, A (19802).
Bodas. Barcelona: Edhasa, p. 115
18. Ibídem, 116.
19.- Camus, A (1984), La Peste, Bogotá: Edhasa, 32. 20. Cfr.
WTIMAN H., Albert Camus, O.C., 312.
20.- Cfr. Lottman, H, Albert Camus, O.C. p. 312.
21. Cfr. Lottman, H.,
Albert Camus, O.C., 333.
22. Cfr. Lottman, H.,
Albert Camus, O.C., 392.
23. Camus, A., La Peste, O.C., 234.
24. Camus, A (1975), El Mito de Sísifo, , Buenos Aires: Losada,
p. 47.
25. Rangel, C.,
"La polémica Camus-Sartre", en El Universal, 21 de enero de 1980, 16.
26. Camus A (1979), El hombre Rebelde, Buenos Aires: Losada,
p. 180.
27. En 1930, los
franceses, para "vengar" un insulto hecho a su cónsul por el
gobernante de Argel, emprendieron la conquista del país, que fue colonia hasta
1947, luego pasó a ser territorio francés. En 1954 estalló la revolución de
Sétif que exigió el envío de fuerzas militares de Francia, y en 1962 los
argelinos consiguieron la independencia del país.
Notas:
Este artículo fue publicado en 1997, en la revista semestral “Anthropos –
Venezuela” (2 – 1997), N° 35, órgano de divulgación filosófico – educativo del
Instituto Universitario Salesiano Padre Isaías Ojeda (Los Teques).
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