LA UPEL EN LA CIENCIA. Educación: ¿Formación del Sujeto o Ensamblaje del Autómata Necesario?
Educación: ¿Formación del sujeto o
ensamblaje del autómata necesario?
Rolando J. Núñez H.
"La
educación consiste en que los incompetentes inculquen lo
incomprensible
a los indiferentes"
(John
Maynard Keynes)
Reformulemos
el oprobioso epígrafe: ¿Consiste la educación en que los incapaces docentes infundan
lo ininteligible a los indolentes humanos? Pues pareciera que, para muchos
críticos contemporáneos de la educación, esa máxima tiene cada vez más vigencia
pues el principio de saturación se corrobora a cada momento en la realidad, dado
que por todos lados lo que conseguimos es estudiantes que no estudian, o que
son incapaces de enfrentarse a un texto escrito y comprenderlo; la educación
pareciera que no "prepara" para afrontar las situaciones límites, o
intermedias.
Hace
unos días, por ejemplo, Fernando Savater reflexionaba, en un artículo publicado
en "El País" de España, acerca del debate global en torno al problema
educativo. Para el filósofo el asunto central es si la escuela nos prepara para
ser seres pensantes en el sentido pleno de la palabra, o si simplemente se
ocupa de asegurar la existencia de un rebaño cautivo de borregos que sigan directrices,
patrones preestablecidos y estandarizaciones socio-económicas con intereses
bien definidos. Apoyándose en un texto de reciente aparición titulado La escuela de la ignorancia, del francés
Jean-Claude Micheá, el filósofo español nos dispara a quemarropa la convicción
de que el juego educativo, a nivel mundial, está arreglado por los dueños del
balón. Esto significa que "la educación", esa misma a la que se
refiere el autor de nuestro epígrafe, está pensada no para formar sujetos de su
propia historia, sino para "instruir" obedientes ciudadanos al
servicio del todopoderoso "Mercado", amo y señor de esa fantasma
(para usar una metáfora del viejo Marx, aunque en sentido contrario) que
recorre el mundo llamado "globalización". La pregunta incómoda es:
¿Se repiten esos esquemas en la Venezuela actual? Todo parece indicar que sí.
Pero, ¿a qué se debe esa disfuncionalidad de la escuela? ¿Es nueva esa incapacidad
para enseñar, formar o instruir? Parece que no.
Todo
nos indica que son varios los factores que explican la degradación en la que ha
caído nuestra escuela en las últimas cuatro décadas.
En
nuestro país, con del advenimiento de la llamada era democrática, se instauró
también la masificación de la educación. Un hecho que en principio no es de por
sí malo, degeneró luego en aumento cuantitativo mas no cualitativo. Se entendió
que la igualdad era, no a nivel de derechos y oportunidades, sino incluso a nivel
cognoscitivo. Primer error.
El
ejercicio docente que históricamente, y por definición, es una profesión de
servicio, una práctica motorizada por la mística de quien decide ejercer como
"maestro", se gremializó. Así el valor pasó de lo vocacional a lo
crematístico, es decir, las exigencias sindicales se centraron, y se centran,
en reivindicaciones socioeconómicas, dejando de lado cuestiones como la formación
permanente, la disponibilidad de espacios aptos, los derechos de los
estudiantes a una educación óptima, etc. Esta triste realidad se vio apuntalada
por la eliminación compulsiva (como la gran mayoría de las decisiones
políticas, o de otra índole, en nuestro país) de las “Escuelas Normales”. Se
pasó entonces a formar a los docentes, única y exclusivamente, en las universidades
(los “Pedagógicos” también lo son aunque casi siempre se nos olvide). Esto
trajo como consecuencia que en estos centros de estudio se le carguen las
tintas a los aspirantes a "educadores" en la cuestión gerencial, y
muy poco, o nada, en lo magisterial; de tal forma que nos ha formado como
gerentes, no como maestros.
Las
orientaciones, o directrices, venidas de entes como la Unesco, por ejemplo,
dictaminaron que los métodos de alfabetización tradicionales eran inadecuados;
se pasó del "método silábico" al llamado "Método Global".
Teniendo este método global su fundamento psicológico en la Gestalt. Lo que
quizás nunca se preguntaron los padres de esta criatura fue: ¿Esta manera de
percibir, planteada por la Gestalt es la de un adulto o la del niño que aprende
a leer? Tercer desacierto.
Producto
de esta escuela son los miles de bachilleres que cada año egresan, en los
últimos treinta años, sin saber, en la práctica, leer y escribir. La pregunta
obligada es entonces: ¿Qué hemos hecho y qué hacemos los "docentes" a
lo largo de once años de educación formal? ¿Por qué no logramos enseñarles lo
fundamental a nuestros estudiantes?
Ahora
bien, ¿han subsanado, o subsanan, en alguna medida, toda esta tragedia las
universidades venezolanas? Todo parece indicar que no porque con mucha
frecuencia nos topamos con profesionales, magistri y hasta doctores, tan
disfuncionales en áreas básicas como leer, escribir y contar eficazmente que
nos impacta. Y es que ya Mariano Picón Salas nos advertía en 1941 que, utilizando
un lenguaje platónico, en nuestras universidades se enseñaba el "resumen
del resumen", "la copia de la copia". Así, las universidades se
volvieron centros de enseñanza dogmática de planteamientos y enfoques que
pretendieron ser "catecismos"; no de gratis Marx tuvo que decir ya en
su época: "Marx no es marxista". Todos sabemos que los formulismos y
acartonamientos en el ámbito intelectual y académico conducen inexorablemente a
la parálisis creativa, y al simplificar el abordaje de la realidad es
precisamente eso lo que se está haciendo. Así, lastimosamente no podemos
arribar sino al estado de cosas que tenemos en la actualidad. Docentes que
hablamos solos, sobre cosas que a veces ni nosotros mismos comprendemos
cabalmente, y estudiantes indiferentes a un universo simbólico que no les dice
nada. De modo que esta realidad no puede sino ser el escenario perfecto para
que el "Mercado Global" se instaure y reine, puesto que no tiene
ninguna posibilidad de ser cuestionado o rechazado.
Nota:
este texto se publicó el 23 de junio del año 2002, en el diario El Siglo de
Maracay, en la columna dominical LA UPEL EN LA CIENCIA, que fue el resultado de
una alianza estratégica entre ese diario y la Sub dirección de Extensión de la
UPEL – Maracay, y que tenía como finalidad el que los docentes – investigadores
de la institución divulgaran los resultados de sus trabajos e investigaciones.
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